Cuando se cumplen 50 años de la victoria de Salomé en Eurovisión, el diario El Mundo publica una entrevista con la artista en la que se repasa su carrera y su triunfo en la XIV edición del Festival, celebrada en el Teatro Real de Madrid gracias a la victoria de Massiel el año anterior. 

“Aquel festival costó mucho dinero. No es escatimaron gastos. Ni tampoco un año antes, en el de Massiel. Franco necesitaba que se ganara Eurovisión. Había que lavar la cara a España”, explica la cantante. Curiosamente, Salomé fue una de las artistas que más sonaba para sustituir a Serrat cuando éste se negó a ir Eurovisión 1968 por no poder representar a España cantando en catalán. “En aquel momento me pareció una tontería. Si no quieres ir a Eurovisión, lo haces desde el principio. Pero bueno, para él fueron las consecuencias”, explica. 

Junto a Salomé también ganaron la francesa Frida Boccara, la neerlandesa Lenny Kuhr y la británica Lulu. Esta victoria cuádruple provocó que el festival cambiase las reglas. A raíz de esto, siempre se ha considerado a Massiel como la única ganadora española. Salomé, cuando responde si se siente dolida, explica tajentemente que “para que me duela algo de alguien tiene que haber más categoría humana y artística. Delante de mí no se ha atrevido a ningunearme. A veces nos ponemos muy impertinentes…”. “Yo a Massiel siempre la he visto muy contenta, no sé de dónde ha salido esa amargura ahora. Pues menos mal que ganó Eurovisión, porque ya me contarás si no qué éxito maravilloso ha tenido para que la recordaran hasta ahora. Yo no sufrí nada… Me lo pasé muy bien”, cuenta la cantante. 

SALOMÉ, NINGUNEADA

Una de sus quejas va hacia la pública porque “tras el festival, TVE me hizo muy poco caso. Ni programas especiales ni Rita la cantaora… A alguien no le caería bien, yo qué sé. Es mejor caer bien que de un quinto piso. Me dio coraje”. Del mismo modo, Salomé cree que si España no ha vuelto a ganar Eurovisión es “seguramente porque no nos ha interesado. Y ahora menos. A mí ha llegado un momento en el que me importa un pito”.

También tiene palabras para Netta y su victoria. “Como me empiezan a echar monstruos me voy a dormir. Algunos son para mear y no echar gota. Menos mal que el año pasado me fui a la cama, porque si no, rompo la tele. Cuando vi lo que ganó, dije, nos hemos vuelto todos locos… Y no me gusta que no haya música en directo…”. Por si fuera poco, tampoco es que le convenza la candidatura española de este año. “He escuchado cuatro compases, y ya he tenido bastante, ya no he querido escuchar más para no tener ningún disgusto y no decir ninguna barbaridad”. 

CONTRA VIVO CANTANDO 

Salomé fue elegida internamente por TVE, pero Vivo cantando se seleccionó en una final nacional entre varias canciones interpretadas por otros artistas. No era su favorita porque “era de un estilo que yo no he hecho nunca. A mí la que me gustaba era Palabras. Una grandísima canción, muy mística y con letra de Juan Pardo, pero me hicieron comprender que ese tema no era para un festival”. 

Respecto a Vivo cantando, la cual se ha convertido con el paso del tiempo en una de las eurocanciones españolas más emblemáticas, Salomé dice que “se hicieron tres o cuatro versiones, y yo salí a comerme el micrófono, medio teatro, lo que fuera, no entiendo a esos que dicen que lo importante es participar, para eso me quedo en casa. Yo voy a ganar. ¿Qué atleta va a los Juegos Olímpicos sólo a participar?”.