“I’m not your toy”, cantaba Netta hace ahora dos años en Portugal horas antes de alzarse con el triunfo de Eurovisión 2018. Con una imagen colorida, rodeada de gatos dorados y vestida con una especie de kimono rosa, rojo y negro se dio a conocer al mundo entero por su particular forma de crear. Una estética que le hacía diferente y que no ha perdido en todos los trabajos que ha ido publicando durante este tiempo. Ahora, continuando con su estela transgresora, la israelí lanza Cuckoo, que mantiene esta esencia distinta en el vestir y en las imágenes del videoclip, pero presenta a una Netta desconocida en cuanto a la música. Una balada que muestra su voz mucho más clara, sólo acompañada por una cajita de música, y sin la ayuda de sintetizadores como hasta ahora estábamos acostumbrados a escuchar.

“Esta canción habla sobre la sensación de estar atrapado en un bucle, que no sabes si te creaste a ti mismo o te construyeron. Decidimos recrear este sentimiento con una caja de música y hemos trabajado durante tres meses para construir una caja de música personalizada. Esto fue muy complicado porque es un instrumento que fue fabricado a mano en el siglo XVI. He tenido esta imagen en mi mente durante mucho tiempo: una bailarina atrapada dentro de un joyero, dando vueltas para siempre en un bucle, como me temo que yo misma podría estarlo. Cuckoo es mi confesión y revela un lado vulnerable de mí, que nunca he dejado que nadie vea antes. Estoy en un lugar donde todo pasó muy rápido y no puedo evitar dudar a veces”, afirma la artista.

Escrita por ella misma junto a Bert Elliott y Krysta Youngs y producida por J. R. Rotem y Bert Elliott, Cuckoo nos muestra una Netta más íntima y sentimental, pero sin perder su clara esencia. En el vídeo, por ejemplo, queda más patente aún si cabe que sigue siendo la misma que ganó el festival hace dos años. Colores pasteles y vestuarios estrambóticos son la carta de presentación de este nuevo single, que formará parte de su próximo EP.