EUROVISION-SPAIN: ¿Cuándo empezásteis a trabajar en la coreografía de “Casanova”?

JOSÉ CRUZ: A principios de febrero, porque para marzo hay que mandar a la UER un preview. Ya lo hicimos otros años. En ese preview se hace una grabación, una especie de simulacro de lo que vamos a hacer en el escenario para que los organizadores puedan trabajar en la realización y vean qué es lo que necesitamos y sugerimos con la realización, las cámaras y los planos, con lo que nosotros queremos enseñar de la coreografía.

Gisela ha compaginado este trabajo con sus ensayos del musical. Después del preview, paramos 15 días y ahora hemos vuelto a los ensayos para dejarlo ya todo listo.

E-S: ¿Y en qué punto estáis ahora?

J.C.: Estamos repasando, limpiando detalles, llegando al punto donde realmente la coreografía sale de una manera orgánica y natural, que no se les vea forzados. Eso se consigue haciéndolo muchas veces.

Las cuatro coristas-bailarinas saben de danza, y Gisela sabe mucho de baile y es una cantante muy versátil a la hora de estar en un escenario. Tiene un directo como cantante y una puesta en escena muy buena. Es muy fácil dirigirla, se adapta enseguida, y es muy rápida. También su bagaje en televisión y teatro ayuda mucho, y tiene muchas nociones de baile.

E-S: ¿Dónde habéis preparado la coreografía?

J.C.: En Barcelona porque prácticamente todo el equipo de coristas, coreógrafo, asistente de coreografía, estilistas, estamos aquí. Aunque Gisela sube muchas veces a Andorra para la promoción, entrevistas, para grabar el videoclip…

E-S: ¿Qué nos puedes contar de la coreografía? ¿Cómo va a sorprender Gisela sobre el escenario del Belgrado Arena?

J.C.: La intención no es sorprender en ningún momento. En Eurovisión está todo inventado. No he montado nada con la intención de sorprender o de que la gente tenga que decir algo concreto sobre la coreografía. He montado algo muy dinámico, muy eurovisivo, visualmente muy rico, divertido, que pega mucho con la canción. Pero no he ido en ningún momento con la intención de “vamos a hacer algo a nivel vestuario, a nivel escénico que sorprenda…” No he ido con esa intención, ni yo ni el equipo… Hemos ido con la intención de hacer una apuesta muy fresca, diferente a nivel coristas-cantante, que esté todo muy integrado, pero no queremos inventar nada. Queremos hacer un buen trabajo y un buen show. Eso no significa siempre tener la necesidad de sorprender y dar la nota. Pienso que se basa más en hacer un buen trabajo. Detalles habrá, pero hasta aquí puedo leer. En un momento dado visualmente hay algo que llama la atención, pero no puedo contar más.

E-S: Háblanos de la cuatro bailarinas-coristas que acompañan a Gisela…

J.C.: Son Belinda, Ariadna, Griselda y Sonia. Belinda es una de las cantantes del programa Mira quién baila, es buenísima, y ya fue de corista con Marta Roure y con Jenny. Ariadna y Griselda son dos cantantes-actrices del musical Grease, muy buenas. Y Sonia Callizo estuvo de bailarina con Jenny. Es la chica del pelo rizado, con un currículum espectacular como bailarina y muy buena cantante.

E-S: ¿Cómo ves a Gisela a escasas tres semanas de viajar a Belgrado?

J.C.: Con mucha ilusión y muchas ganas, sobre todo, con ganas de hacer un buen trabajo. Yo estoy totalmente tranquilo. Será una apuesta de mucha presencia escénica y de muy buen directo, porque quizá de lo que peca Eurovisión en estos últimos años es de falta de grandes voces, y de preocuparnos bastante por el montaje, el vestuario, de que saques un elemento u otro, etc. Y Gisela parte de tener mucha presencia escénica y sabe moverse en el escenario. Lo bueno que tiene es que su directo es brutal. Tiene una voz preciosa y nadie estará sufriendo. Es una de las mejores cantantes de directo y es muy músico, tiene mucho oído, no desafina, hace muy bien su trabajo. Y como compañera es un 10, es muy fácil trabajar con ella y muy agradable. Es un gusto trabajar con Gisela.

E-S: Se comenta que lo que Gisela presentará sobre el escenario será algo mágico, ¿qué va a tener de esto la canción?

J.C.: Para transmitirte magia, sensibilidad, alegría, pasión, no se necesitan elementos. Si yo soy un buen artista, debo tener la capacidad de transmitir esa magia o todo lo que proyecta la canción. Si soy suficiente artista, no debo necesitar ningún elemento adicional. Toda esa magia va a estar con la actitud, con la coreografía, con el vestuario, con todo lo que haya en el escenario.

E-S: ¿Cómo recuerdas tus experiencias previas en Eurovisión?

J.C.: Mi experiencia en Eurovisión ha sido muy divertida. Las veces que he ido lo he pasado muy bien con compañeros, lo que pasa que al final no acabas teniendo nunca claro en qué se basa el criterio, si el criterio es estrictamente profesional, si es de una buena canción, si es de una buena voz, no sabes nunca hacia donde va. A veces surgen dudas. He visto canciones que no han pasado de la semifinal y eran auténticos temazos y auténticas voces. No sé si realmente se ha convertido en una promoción de los países o se sigue manteniendo el espíritu de buscar una gran canción. No sé hasta qué punto es una cosa o la otra. Lo que sí quiero decir es que se subestiman muchos temas muy buenos, y que incluso hay países que subestiman mucho el hecho de ir a Eurovisión.