Ha pasado poco más de un mes desde que se clausrara la 62ª edición de Eurovisión, y la delegación chipriota se encuentra inmersa en plenas reuniones para definir el formato y las reglas de una preselección nacional para los próximos años.

Según informan medios ajenos a la corporación, el formato dará comienzo a finales del verano con la recepción de canciones. A pesar de haber recibido ofertas de diversos compositores chipriotas, la televisión pública pretende abrir un proceso internacional para conseguir la mejor canción, con lo cual no se descarta una colaboración entre autores nacionales e internacionales.

Además, se ha publicado que Haris Savva ejercerá nuevamente de Director Artístico para Chipre. El coreógrafo de Hovig y su tema Gravity ha recibido numerosos elogios por su trabajo en el festival de Kiev 2017, lo que parece estar detrás de su renovación.

La última vez que el país insular se decantó por una preselección fue en 2015, cuando John Karagiannis ganó el pasaporte a Viena con su tema One Thing I Should Have Done, logrando el pase a la final y obteniendo allí un 22° puesto. Desde esa edición, Chipre siempre se ha clasficado para la gran final, pero nunca ha alcanzado el Top 20, pues tanto Minus One con Alter Ego en 2016 como Hovig en 2017 se tuvieron que conformar con la 21ª posición.

Tras su debut en 1981, Chipre aún no ha ganado el festival de Eurovisión, siendo su mejor marca un quinto puesto, logrado en tres ocasiones: en 1982 con Anna Vissi y su Mono I Agapi; en 1997 con Hara & Andreas Constantinou y su Mana mou; y en 2004 con Lisa Andreas y su Stronger every minute, siendo ésta además su puntuación histórica más alta (170 puntos).