Era uno de los favoritos de los eurofans, pero Brendan Murray no logró siquiera el pase a la gran final y amplió la época de fracasos de la delegación irlandesa, pese a que sigue intacto su récord de siete triunfos. “Desgracia nacional” tituló el periódico Irish Times, mientras el Fine Gael y Fianna Fáil, los principales partidos políticos, reclamaron una revisión fundamental del enfoque que Irlanda está dando al festival, sin ampararse en que al Reino Unido le va igual de mal como miembro del Big Five.

“Me gustaria ver alguna discusión honesta sobre lo que ha ido mal los últimos años, en términos de recursos y personal para comenzar a competir de nuevo”, expresó Niamh Smyth, portavoz de la segunda formación. Políticos del país subrayan que la RTÉ debe tomarse “en serio” el concurso “o no entrar en absoluto”.

“Es una decepción aplastante para los aficionados irlandeses de la competición, muchos de los cuales criticaron nuestro pobre esfuerzo, que se refleja en la energía, la vitalidad y el color”, reflejaron los periódicos. Y añaden: “La delegación irlandesa la compone una secta un tanto vaga”.

El diario Irish Independent publicó que “la RTÉ debe mirar al norte y buscar su inspiración en el Melodifestivalen, a pesar de que un espectáculo de tanta escala no funcionaría en el mercado irlandés”. Respecto a la puesta en escena de Murray, describió que “nuestro globo de aire caliente nunca consiguió despegar de la Tierra”. “No había metáfora por ninguna parte”, zanjó.

Para Irish Times, la canción era una “balada tibia”, y ahora toca rendir cuentas. “Gran parte de la culpa reside en la falta de diversión, no había levedad, ni chispa, ni el globo pudo elevarse y solo podía abrirse paso a través de un cambio clave e innecesario”.