Después de un verano complicado, la LTV no solo acaba de confirmar su participación en Eurovisión 2020, sino que también abre la convocatoria para su ya tradicional preselección, la Supernova. Desde hoy mismo todos los autores y compositores nacionales e internacionales que deseen representar a la república báltica en Róterdam podrán enviar sus propuestas hasta el próximo 20 de noviembre. En cuanto a los intérpretes o solistas de grupos, estos deberán tener la nacionalidad letona.

El próximo 8 de febrero se celebrará la final nacional, desconociéndose por el momento si el número de programas se reducirá por primera vez a una única gala, y también la forma en la que los candidatos serán escogidos. La televisión pública letona se ha enfrentado en los últimos meses a una crisis de financiación que ha llegado a ser discutida en el parlamento nacional, pero también a una crisis eurovisiva que ha llevado a la delegación a replantearse su futuro en el festival, después de tres años de eliminaciones consecutivas en las semifinales y paupérrimos datos de audiencia. “No hemos sabido hasta hace poco qué iba a pasar con la sexta edición de la Supernova, pero a finales de agosto el interés en el concurso y la convocatoria ha sido mayor que en las temporadas anteriores, así que esperamos una cosecha de mayor calidad”, explica el productor del concurso Ilze Jansone.

Este nuevo formato reemplazó en 2015 a los antiguos Eirodziesma o Dziesma, después de seis años de fracasos encadenados entre 2009 y 2014 y unos espectáculos de dudosa calidad. La Supernova comenzó su andadura con el exitazo de Aminata en Viena 2015 y el buen papel de Justs en Estocolmo 2016, pero desde entonces Triana Park, Laura Rizzotto y Carousel no han podido seguir su estela, y todo a pesar de un programa que edición tras edición ha dejado muy buen sabor de boca entre los seguidores del festival por su gran factura visual, su notable aportación musical y un sello propio que se ha ido consolidando poco a poco.