Reportajes

Euroflashback 2004: Cuando el festival se duplicó “para llenarse” de “danzas salvajes”

2004 marcó un punto de inflexión en Eurovisión con la introducción de las semifinales y la participación de hasta 36 países con el debut de Albania, Andorra, Bielorrusia y Serbia y Montenegro y el regreso de media docena de países, entre ellos, Mónaco. Ucrania con Ruslana y sus “Danzas salvajes” ganaba por primera vez en la que era su segunda participación. España con Ramón y “Para llenarme de ti” salvaba los muebles con un top 10 tras una agotada operación triunfo. María Isabel, “Antes muerta que sencilla”, nos daba una gran alegría con su victoria en Eurovisión Junior en uno de nuestros años más tristes tras el atentado yihadista del 11M que dejó 191 muertos en Madrid
Igor Santamaría · Fuente: eurovision-spain.com
Publicado el día 04 de diciembre de 2017
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Euroflashback 2004 (eurovision-spain.com
Diseño: Manuel Rivero)

Euroflashback 2004: Cuando el festival se duplicó “para llenarse” de “danzas salvajes”

Bienvenidos a la nueva era de Eurovisión. 2004 marcó el punto de inflexión del festival entre su etapa contemporánea y las anteriores. Por primera vez, el formato se duplicaba con una semifinal prevía, se alcanzaba el récord de 36 países, y se establecía un logotipo y tipografía permanente. 

Eras que comienzan y otras que se terminan o, mejor dicho, se detienen. Después de dos años de fenómeno social, TVE agotó la operación triunfo, y su subcampeón Ramón del Castillo con Para llenarme de ti, compuesta por Kike Santander, fue el tercer y último representante de España en Eurovisión salido directamente de La Academia, al menos, hasta ahora. Su notable, y quizá inesperado, décimo puesto pasó sin pena ni gloria para el gran público antes de entrar en otra era, la más oscura de nuestro país en el festival.

Y, por si fuera poco, solo seis meses después, María Isabel, a sus nueve añitos, se traería a casa una pequeña pero gran victoria. Antes muerta que sencilla.


Operación Triunfo 3: Ramón – Para llenarme de ti

Ramón encandiló a parte del público con su cautivadora imagen, su acento canario y su rostro angelical, y aunque pasó desapercibido en las primeras galas de Operación Triunfo, finalmente se hizo con un hueco en el podio y con el billete a Estambul. Allí firmaría un décimo puesto que en las 13 ediciones posteriores solo han igualado Pastora Soler y Ruth Lorenzo. 

Para llenarme de ti era una canción pop de influencias latinas que llegó al número 1 de la, intrascendente, lista de singles española del 2004, mientras que el álbum que la incluía, Es así, se quedaba en un mediocre #6 después de los centenares de diamantes, platinos y oros de los triunfitos de primera y segunda generación. No obstante, el tema se bailó y mucho durante toda la primavera y verano de ese año. Ramón publicaría un segundo disco en 2006, Cambio de sentido, antes de retirarse de la música desencantado con la industria.

Engañado como tantos otros, y siempre según sus palabras, por la extinta agencia de representación Academia de Artistas, regresó a su ciudad natal, Las Palmas, y acabó la carrera de Producción Audiovisual. Hizo las prácticas en la gira de conciertos de su amigo Manuel Carrasco y, posteriormente, realizó videos para extranjeros, conoció a unos noruegos con los que congenió muy bien, y tomó la decisión de marcharse y afincarse en Oslo. Allí comenzó a trabajar para la productora nacional Seefood TV en la que se especializó como asistente de cámara.

Ramón, también como tantos otros, no tuvo reparos en poner nombres y apellidos a los responsables de todos los fiascos eurovisivos que se han sucedido desde entonces. “TVE son personas, y la que se encarga de Eurovisión, Federico Llano, no creo que sepa muy bien de que va esto. Yo antes de ir no fui ni a un solo país de promoción, se dedican a hacer publicidad de la canción aquí, en España, y eso no sirve de nada porque los españoles no nos podemos votar a nosotros mismos”, afirmaba en una entrevista reciente, en la que también añadía “El festival es algo en lo que TVE no se quiere gastar un duro ya que, a no ser que alguien aparezca con un temazo, que no ha sido el caso, para ellos es algo sin importancia y saben que no van a ganar”. Finalmente, y en referencia al ya ex jefe de delegación, apuntaba “no tuvo la amabilidad siquiera de conseguir una acreditación para que mi hermano mayor estuviera conmigo en todo momento”. Liso y Llano.


Operación Triunfo 3: Gala Eurovisión

Antes de llegar a Estambul hubo que pasar por las galas de rigor Operación Triunfo, bajo la presentación de Carlos Lozano, en la tercera edición del formato en La 1 y antes de pasar cinco temporadas en Telecinco. El agotamiento de la fórmula se hizo patente en unas audiencias que, sin entrar en números rojos, no gozaron del éxito de la primera y segunda promoción. Además de exprimir el formato hasta la extenuación, también fue un gran fallo el cambio de normas, dejando en manos del público en vez del jurado el poder de nominar. En otro sentido, Josep María Mainat y Toni Cruz, dos de los padres de la criatura, llegaron a declarar años después que “el fracaso de OT3 fue por un error de casting, la cagada más grande que hemos hecho”. A pesar del dudoso gusto de la afirmación y la falta de respeto a los concursantes, lo cierto es que el regreso a los perfiles costumbristas de la primera edición, después de una segunda mucho más moderna y variada, no reenganchó al respetable.

La final nacional para Eurovisión congregó al vencedor de la edición, el valenciano Vicente Seguí, los dos que le arroparon en ese podio, Miguel y Ramón, y una cuarta ganadora salida de una votación sacada de la manga entre el cuarto y el noveno clasificado original, Davinia. Al ganador se le adjudicaron Se me va la vida, Nadie como tú y Veinte años más, todas ellas compuestas por un Alejandro Abad con el olfato muy desorientado. A Miguel le pusieron a cantar Muéveme, Amor de madrugada y Hoy te quiero más; y a Davinia Como quieres que te quieraQuiero tu amor y Mi obsesión. A Ramón, con un poco o nada disimulado favoritismo, le cayó en gracia la triunfadora Para llenarme de ti, Todo vuelve a importar y la preciosa Cuestión de alma, eliminada a las primeras de cambio. El jurado también se cargó la obsesión de Davinia, la actuación más aplaudida por el público, provocando el primer abucheo de la historia del programa, hasta tal punto que los jueces se replantearon durante una publicidad modificar su veredicto pero, total, qué mas da. Para sorpresa de nadie, la obra de Santander se hizo con el 38,8% de los votos, por el 29,3% de Se me va la vida, el 16,5% de Muéveme y el 15,4% del trabalenguas de Davinia.

Tanto los arreglos de la canción como el videclip promocional, protagonizado por la actriz Vanesa Cabeza después de Nada Es Para Siempre y antes de Motivos Personales, causaron una mejor impresión, y es que a Ramón le iban como anillo al dedo, aunque hubiese necesitado más cajón físico y entrenamiento para su interpretación, pero esa es otra historia.


Ramón – Para llenarme de ti

15 de mayo, San Isidro, desde el Abdi Ipekci Arena y con la dirección de los expresivos Meltem Cumbul y Korhan Abay, amén de la colaboración de Sertab Erener, Turquía acogía su primer y esperadísimo Eurovisión. Quien te ha visto y quien te ve. El país puso toda la carne en el asador para mostrar la mejor de sus caras frente a Europa y la Unión Europea y, a pesar del caos organizativo que sufrieron los allí presentes, el resultado tuvo un gran impacto económico, político, social y turístico.

36 países se dieron cita en Estambul, con la puesta de largo de Albania, Andorra, Bielorrusia y Serbia y Montenegro. De ellos, solo la ex república yugoslava consiguió superar la semifinal, realizada tres días antes, y por primera y única vez en miércoles. Mónaco, tras una ausencia de 25 años, volvía a la competición, al igual que Dinamarca, Finlandia, Lituania, Suiza y ARY Macedonia. De nuevo, el país balcánico fue el único que se salvó de la quema en la eliminatoria. 

Serbia y Montenegro, Ucrania, Grecia, Albania, Chipre, Países Bajos, Bosnia y Herzegovina, Malta, Croacia y ARY Macedonia fueron los 10 clasificados de la semifinal para la gran final donde esperaban el Big 4, la ganadora de la pasada edición y el top 10 restante. A modo de curiosidad, Francia, Polonia y Rusia no emitieron la eliminatoria, y solo 33 de los 36 países votaron en ella. 


Eurovisión 2004: Semifinal

España abrió las actuaciones de la gran final, y también el marcador, gracias a los 12 puntos, a modo de espejismo, procedentes de Andorra. Ramón salió a escena con un sobrio traje negro para ejecutar una actuación con mucha parafernalia latina y cierta afección en la voz y en los movimientos. El décimo puesto, con 87 puntos, supo a poco pero salvó los muebles. Dos países dieron la máxima votación de España, además de Andorra, también Portugal, algo que hasta el día de hoy solo conseguiría, curiosamente, Lucía Pérez en 2011. Ocho puntos llegaron de Francia e Israel, siete de Bélgica y Chipre y seis de Suiza, de un total de 18 países que se acordaron de nosotros. Podría ser peor, que diría La Casa Azul. 


España: Ramón – Para llenarme de ti

Le siguió el trío austriaco Tie break con la balada en alemán Du bist que pasó con más pena que gloria. Peor le fue al noruego Knut Anders Sørum y su “High” que no pudo quedar más “Down”, último, con tres míseros puntos de Suecia. Como curiosidad, el comentarista australiano Daz Mangan bromeó durante la retransmisión afirmando que si recibía algún voto, él donaría mil dólares a quién quisiera hacerse con ellos y, claro, tuvo que desdecirse a posteriori.

Francia se perdió en la mitad de la tabla con A chaque pas, interpretada por el guapísimo Jonatan Cerrada, y acompañado por una altísima zancuda. El galo se hizo famoso por su participación en Un paso adelante, para caer luego en desgracia, cuando en noviembre de 2014 anunció que dejaba definitivamente su carrera como cantante, tras la trágica muerte siete meses antes de su hermano Julián, y se trasladó a Bali para centrarse en su familia y allegados.

A continuación irrumpió la debutante Serbia (y aún Montenegro) con Željko Joksimovic & Ad Hoc Orchestra y su Lane moje que flirtearon la victoria con 263 puntos venidos de todos y cada uno de los países, y los mismos con los que se impusieron en la semifinal, amén de llevarse el premio Marcel Bezençon. Un idilio eurovisivo que se prolongó en 2012 en Baku, donde fue tercero, con 214 puntos. Ya solo le queda ganar.  


Serbia y Montenegro: Zeljko Joksimovic & Ad Hoc Orchestra – Lane moje

Turno para la sobrevalorada Malta con Julie & Ludwig y On again & off again. El dúo musical, y también sentimental, venía de la octava posición en la semifinal, y bajaron cuatro puestos en la final con cantidades industriales de almíbar y destellos líricos y operísticos versión Disney. Un éxito relativo que amorosamente se extinguió en dos años. La dupla masculina Re-union con Without you hundió a Países Bajos en el vigésimo escalón con una propuesta a voz y guitarra que de tan sencilla quedó pobre. No obstante, fue la única vez que los neerlandeses pisaron la gran final en esta etapa hasta que llegó Anouk al rescate en 2013. 

Mejor suerte tuvo el germano Max y su voz jazzística con Can't wait until tonight, octavo. Descubierto por Stefan Raab en su concurso de talentos, venía de ganar la final nacional alemana con el 92.9% de los votos. Ahí es nada. Alemanía no pisaba el top 10 desde 2001 y no volvería a hacerlo hasta la victoria de Lena en 2010. Un escalón arriba se coló la debutante Albania, gracias al atractivo estribillo de The image of you, al menos más que el modelito que lució la jovencísima Anjeza Shahini, que sin embargo nos deleitó con su preciosa voz. Suyo fue el mejor resultado albanés hasta que apareció otra garganta prodigiosa, la de Rona Nishliu, en el año 2012.


Albania: Anjeza Shahini – The image of you

Y, de repente, empezaron a sonar las “Danzas salvajes”. Ruslana y su tribu de los Urales realizaron una actuación épica y guerrera que arrasó con 280 puntos, más que los 256 de la semifinal, aupada por los nuevos votantes en la gran gala del sábado noche. Suiza fue la única que no le dio un solo punto. Ucrania se llevó el triunfo en la que era su segunda participación en Eurovisión. 

Wild dances tuvo un éxito moderado, siendo número 1 en Ucrania, donde alcanzó el Disco de Diamante por sus más de 500.000 copias vendidas, y también en Bélgica y Grecia, en los que recibió la certificación de Oro. También entró en el top 10 de Chequia y Suecia y en el top 20 de Turquía y Finlandia, fue Disco de Oro en Rumanía, y llegó al top 25 en la lista de ventas europea. El álbum homonimo, con más de 700.000 copias, es el disco más vendido de la historia de Ucrania. Después vinieron algunos CDs más, en sus versiones ucranianas e internacionales, y una docena de singles que, si bien no se han acercado al éxito de las danzas salvajes, si la han mantenido como una de las grandes estrellas de su país.

Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF, Ruslana estuvo envuelta en numerosas actividades políticas y sociales, siendo parte activa de la lamada Revolución Naranja, apoyando al presidente Viktor Yushchenko, y siendo miembro del parlamento de su país entre 2006 y 2007, cargo al que renunció finalmente. Ya en 2010 hizo campaña a favor de Yulia Tymoshenko, y en 2012 se vio envuelta en el movimiento Ne movchy (No te calles) en protesta por los errores del sistema judicial ucraniano. En otro sentido, también ha sido coach en La Voz y La Batalla de los Coros, y modelo para la marca de cosméticos L’Oreal.


Ucrania: Ruslana – Wild dances

El croata Ivan Mikulic venía de obtener 143 sobre 144 puntos de máximo en el Dora pero en Eurovisión se quedó en tierra de nadie con la anodina y antigua You are the only one, mientras que la vecina Bosnia y Herzegovina se volvió loca en la disco con Deen, noveno, con un look salido por lo menos de Bershka y unas bailarinas que podrían haber hecho su agosto en las discotecas Aire o Palladium. La representante de Croacia en Eurovisión 2002, Vesna Pisarovic, fue la compositora de In the disco, y Deen volvería al festival en el 2016 para dejar por primera y única vez a su país en semifinales. 

Bélgica protagonizó el batacazo monumental de la noche con 1 life de Xandee que, partiendo entre las favoritas a la victoria, se quedó antepenúltima con siete puntos, cinco de ellos de la vecina Países Bajos. A pesar de todo, el tema coronó la lista de ventas belga, y un single posterior, Ay que calor, llegó a España dentro del recopilatorio de Aquí Hay Tomate. Poco más dio de si su carrera musical que alterno con sugerentes posados en algunas publicaciones eróticas de su país.


Bélgica: Xandee – 1 life

Rusia también se unió a la moda de llevar triunfitos a Eurovisión, y la primera en probar suerte fue una de sus alumnas más aventajadas, Julia Savicheva. La colorida actuación de Believe me quedó algo desteñida al borde del top 10. ARY Macedonia eligió internamente a Tose Proeski y el público seleccionó Life en una edición personalizada del Skopje Fest. Con reminiscencias étnicas y escénicas a la ganadora precedente, el cantante macedonio fallecería solo tres años después, a la edad de 26, en un accidente de coche convirtiéndose casi en un mito de su país. En el festival fue 14.

A la historia eurovisiva quien pasó fue Sakis Rouvas al ritmo de Shake it. Todo un dios bajado del olimpo griego al escenario turco. Con una puesta en escena a medio camino entre lo hortera y lo efectista, arrampló 252 puntos procedentes de todos los países, marcando el mejor resultado heleno hasta la fecha. Cinco años después volvería al certamen con This is our night, bajando cuatro puestos en la clasificación del tercero al séptimo, y también en la talla de su camiseta de la S a la XS.


Grecia: Sakis Rouvas – Shake it

Otro repetidor al que conocimos por primera vez fue al islandés Jonsi que con Heaven no pasó del 19. Su regreso, a dúo con Greta Salomé, en 2012 bajó un peldaño al 20. Irlanda apostaba por segundo año consecutivo por su propia operación triunfo con If my world stopped turning de Chris Doran y Final Four a los coros. Penúltimos. Blue Cafe con Love song devolvieron el ritmo a la noche por Polonia con una canción de influencia latina, estribillo (muy) repetitivo y estrofa en españolaco o poloñol, a gusto del consumidor. A pesar del derroche de fiesta polaca se quedaron en el 17.

Reino Unido mejoró la marca del año anterior, aunque no era un gran reto superar el rosco del Cry baby de Jemini, pero no sumó más de 29 puntitos que lo dejaron en un mediocre puesto 16. James Fox y su balada festivalera Hold on to our love merecieron mucho más, sobre todo viendo algunos esperpentos que le sucederían a lo largo de la década. El intérprete, sin embargo, no tuvo muy buen perder alegando que el resultado del concurso estaba amañado.

Chipre alcanzó su mejor resultado histórico, un top 5, con Stronger every minute de Lisa Andreas, una de esas perlas de Eurovisión que habría que guardar en una cajita de música. Pena de nerviosismo que afectó a la afinación en algunos momentos aunque sin romper una mágica actuación. El mismo autor repitió fórmula en 2015 con One thing I should have done de John Karayiannis pero el resultado no fue el mismo, tampoco en lo puramente numérico, quedándose en el número 22, con 11 puntos, 10 de ellos de Grecia.


Chipre: Lisa Andreas – Stronger every minute

La anfitriona Turquía puso al estadio en pie con la banda Athena y su For real. Una sobresaliente y muy moderna actuación que fusionaba el rock, el ska y el funky con sonidos étnicos. Un cuarto puesto con el que los turcos seguían en racha. A Rumanía todavía le faltaba un año para entrar en la suya y, en éste, Sanda nos brindó una horterada digna de los mejores tiempos de Vale Music con la que se quedó en el 18 con 18 puntos.

Suecia puso el broche de oro, y de brilli brilli, a la velada, con una suecada de manual, It hurts de Lena Ph, que en su versión original, Det gör ont, brillaba incluso más. Ataviada con un modelito rosa digno de Modas Obregón, se atrevió, sedujo, se entregó, conquistó, se arriesgó y se conectó con su micrófono de la suerte, hasta llegar a la sexta posición. Los suecos, como son, la eligieron la mejor ganadora de la historia del Melodifestivalen, en el que ya había participado en 1987 con otro temazo rosa y mítico, Dansa i non.


Suecia: Lena Philipsson – It hurts

No podemos ni queremos olvidarnos de los 12 países semifinalistas en esta primera eliminatoria sin demasiadas sorpresas ni sobresaltos. Israel se quedó a las puertas de las final en el puesto 11, a una distancia insalvable de 14 puntos, con David D'or y la desafinadísima y pretenciosa To believe. Un escalón por debajo, con los mismos puntos, las estonias Neiokõsõ con Tii, escrita en võro, un pequeño idioma del sur de su país. Dinamarca se llevó el gran batacazo con Shame on you de Tomas Thordarson, 13, quien había dedicado su victoria en el DMGP a su marido y su hijo. El gélido tango finlandés de Jari Sillanpäa, el disco demodé de la triunfita portuguesa Sofia Vitória, la mezcolanza latina de los lituanos Linas & Simona, y el rock obsoleto de los letones Fomins & Kleins se quedaron entre el 14 y el 17.

Andorra debutaba en Eurovisión con Marta Roure y el catalán sonaba por primera vez en el festival con Jugarem a estimar-nos. La televisión autonómica catalana TV3 y la productora El Terrat organizaron y financiaron la final nacional, 12 punts, en la que participaron compositores como Astrud o canciones como No es nou, posteriormente, un exitazo regional en la voz de Gossos y Beth. El debut andorrano se saldó con el mismo resultado que su preselección, 12 puntos, todos ellos procedentes de España. Marta, posteriormente, ha trabajado en el Área de Educación de la Generalitat. Le siguieron en la clasificación el Galileo desorientado de los bielorrusos Aleksandra & Konstantin, con Petr Elfimov a los coros, el regreso monegasco con el canto ecológico de Maryon, y la edulcorada pareja eslovena Platin. Suiza fue el farolillo rojo, con un rosco que no se volvería a ver hasta Chequia en 2009, con el infantilón y sobreactuado funky de Piero que participaría tiempo después en la versión alemana de Big Brother y en varios concursos musicales.


Andorra: Marta Roure – Jugarem a estimar-nos

El 11 de marzo del 2004 nos quedamos sumidos en la más profundas de nuestras tristezas cuando un ataque yihadista asesinaba en Madrid a 191 personas al colocar diez bombas en tres trenes de pasajeros, dejando decenas y decenas de heridos, y años de fractura social fruto de las Teorías de la Conspiración. Nuestro recuerdo y abrazo más sincero a una madre cuyo espíritu simboliza el de muchas otras, Pilar Manjón. Años más tarde La Oreja de Van Gogh dedicó una preciosa canción a modo de emotivo homenaje, Jueves. Tres días después, las expectativas electorales daban un vuelco, y el PP perdía el poder en las urnas que fue a parar a manos del PSOE. José Luis Rodríguez Zapatero dejó huella en aquella primera legislatura con sus reformas y avances sociales, por ejemplo, con la aprobación del matrimonio homosexual. El 22 de marzo, con el luto aún de fondo, contrajeron matrimonio Felipe de Borbón y la periodista Letizia Ortiz, de la que se recuerda aún aquel “calla, cariño, que hablo yo”.


11-M: Atentado en Madrid


Si Rajoy se quedaba sin la herencia de Aznar, Putin conservaba su poltrona con el 69% de los votos en una Rusia con dudosa libertad de sufragio. Estados Unidos ponía fin a su ocupación de 15 meses en Irak dejando el mando en un gobierno interino de iraquíes, con George W. Bush derrotando a Kerry en las urnas. Quién iba a decir que haría bueno al actual inquilino de la Casa Blanca. Y tras 37 años, Israel se retiraba de Gaza. El histórico Yasser Arafat perdía la vida, y muchos más, hasta 100.000 habitantes perecían en uno de los terremotos más potentes en la historia que devastó amplias zonas del sudeste asiático donde provocó una serie de tsunamis que golpearon las costas de Sri Lanka, Indonesia, India, Tailandia, Malasia, las Maldivas y Bangladesh.


El año de Letizia Ortiz

Marlene Mourreau fue nuestra primera gran hermana VIP, después de que Nuria Yáñez 'Fresita' fuera la quinta y antes de que Juanjo Mateo fuera el sexto, en el programa de telerrealidad por excelencia que agoniza en nuestros días. Cortados por el mismo patrón, Telecinco estrenaba La Casa de tu vida de Jordi González, un formato que en sus dos primeras ediciones se convirtió en todo un fenómeno social y pudo haber tenido mucho más recorrido, y Antena 3 hizo lo propio con La Granja de Terelu Campos, y también con El Castillo de las Mentes Prodigiosas de Alicia Senovilla, uno de los mayores despropósitos jamás vistos en las pantallas españolas. 


Gran Hermano 5: Fresita y la vaca Antonia

María Teresa Campos mudaba Cada Día a Antena 3, peineta incluida a Paolo Vasile, La Milá escribía Diario de, empezamos a debatir a contrareloj de 59 segundos, Julia Otero nos hacía recuperar la fe en el periodismo de verdad con Las cerezas, y Lorena Berdún ponía Dos rombos en La Pública. Alonso Caparrós, cuando todavía era una estrella de la televisión y no un personaje del teatrillo telecinquero, jugaba con el Factor Miedo, y Jesús Vázquez con las cajitas du-bi-dú de ¡Allá Tú!. Aunque para momentazo, el regreso por todo lo alto del Un, Dos, Tres que nos ponía A Leer Esta Vez, aunque el concurso perdiera fuelle y fuera posteriormente cancelado a pesar del gran papel de su presentador Luis Larrodera.


Un, Dos, Tres… ¡A Leer Esta Vez!

En cuanto los seriales patrios, veíamos las aventuras amorosas de Paco y Veva y las familiares de Mis Adorables Vecinos, pero para series las que llegaban desde el otro lado del charco, con el estreno de tres producciones que ya han pasado a la historia, House, Mujeres Desesperadas y Perdidos. Otros nos deleitábamos con los guaperas de Benjamin McKenzie y Adam Brody en The O. C., con una gran colección musical. El 2004 también fue un año de pérdidas televisivas, como las de Joan Ramon Mainat, uno de los creadores de Operación Triunfo, o la del mago Pepe Caroll, todo un ídolo de los 90 caído en desgracia. También perdimos al actor Luis Cuenca y a la inolvidable detective de El Caso, Margarita Landi, y su pipa en mano. 


Mujeres Desesperadas

Million dolar baby se llevó el Óscar y Te doy mis ojos el Goya. Nos emocionamos en los cines con El diario de Noa, Los chicos del coro o La terminal, nos sorprendimos con El bosque, nos compadecimos de los Hermanos Baudelaire y sus catastróficas desdichas, nos aterramos por primera vez con Jigsaw que ha dado de si ocho casquerías más, y vimos las segundas partes de Dirty Dancing y Kill Bill. El cine español nos llevó Mar adentro con Amenábar y Almodóvar nos daba una lección de “mala educación”.

Nintendo sacaba a la venta la DS al tiempo que en España rascaba 20 medallas en los Juegos Olímpicos de Atenas, tres de oro, 11 de plata y seis de bronce, con Gervasio Deferr, David Cal y Xabi Fernández e Iker Martínez como grandes héroes. El atleta marroquí Hicham El Guerrouj ganó el oro en los 1500 y 5000 metros, la primera persona en lograr esta hazaña en los JJOO desde Paavo Nurmi en 1924. Argentina dejaba en semifinales de baloncesto sin oro a Estados Unidos, y el nadador estadounidense Michael Phelps sacó ocho medallas, seis de oro y dos de bronce, convirtiéndose en el primer atleta en ganar ocho en los Juegos Olímpicos no boicoteados. Michael Schumacher se llevó el séptimo título y último de Fórmula Uno; Federer vencía en Australia, Wimbledon y USA Open; y Grecia dio una de las grandes sorpresas en la historia del deporte al coronarse en la Eurocopa de fútbol.


Gael García Bernal en La Mala Educación

2004 fue el año de la consagración de David Bisbal girando sin parar a ritmo de bulerías, y también de otros exitazos como Oye el boom o Camina y ven. Alejandro Sanz volvía a los escenarios y también volvió a hacer historia con No es lo mismo. También regresaba Ana Torroja con Aleks Sintek en Duele el amor, y Fangoria se consagraba con Retorciendo palabras y Merche con Abre tu mente. También conocimos a Bebe cantando alto y claro al Malo y a EllaYa nada volverá a ser como antes decía Dani Martín aún en El Canto del Loco, Quiero ser reconocía Antonio Orozco y Melendi nos Hablaba en plata, mientras que Andy y Lucas estaban En tu ventana y Precisamente ahora pensamos en por qué nunca se ha reconocido a David DeMaría como uno de los grandes compositores de España.


David Bisbal – Bulería


Bebe – Malo

Destiny's Child publicaban Lose my breath casi al tiempo en el que Beyonce se estrenaba con Me myself and I. Otra que se lanzó en solitario, y con un temazo, fue Gwen Stefani de No Doubt con la hipnótica What you waiting for. Anastacia seguía en su época dorada, este año, lanzando Left outside alone. Aunque, uno de los grandes pelotazos no llegó ni desde Estados Unidos ni desde el Reino Unido, sino desde Rumanía y Moldavia, y es que quien no recuerda el verano del 2004 por canciones como el Dragostea din tei de O-Zone. Inolvidable, también, la adaptación con mucha “pluma gay” de Los Morancos. Uno de los chicos de O-Zone, Arsenium, pasaría por Eurovisión en 2006 con la infumable Loca.


O-Zone – Dragostea din tei


Gwen Stefani – What you waiting for

Juanes paseó de norte a sur y de este a oeste La camisa negra, uno de los grandes éxitos latinos de la historia, y más o menos al mismo nivel le Valió la pena a Marc Anthony, aunque para éxito, o sufrimiento, la colonización de todo nuestro mercado musical del reggaeton con precursores como Gasolina de Daddy Yankee, Dale don dale de Don Omar, o la Obsesión de Aventura. 


Juanes – La camisa negra


Marc Anthony – Valió la pena

Y no. Este euroflashback no podía acabar de esta manera, porque sí que valió la pena entre tanta, valga la redudancia, pena. Una pizpireta niña de Ayamonte nos hizo soñar eurovisivamente con los 12 puntos que tanto cuesta oir todavía en la edición senior. Nos percatamos de que es verdad, siempre nos gusta ir, incluidos los chicos, Antes muerta/o que sencilla/o. “Nos gusta ir a la moda, que nos gusta presumir. Que más nos da que digas tú de mí, De Londres, de Milán, de San Francisco o de París…”

María Isabel triunfaba aquel 20 de noviembre en el Haakons Hall de Lillehammer (Noruega) en una gala que fue presentada por Stian Barsnes Simonsen y Nadia Hasnaoui. 171 puntos y ocho máximas puntuaciones, de un total de 18 países, todo un récord no superado hasta el 2015 por Malta. Westlife, el grupo del posteriormente eurovisivo Nicky Byrne, fue el encargado de amenizar el tiempo reservado para votar por teléfono; y mientras que la mayoría de países eligieron a niños para los portavoces de los votos, España escogió al muñeco Lucho, uno de los personajes de Los Lunnis. María Isabel, ya crecidita, intentó volver a Eurovisión el pasado 2016. Quien sabe si en 2018, 50 años después, y en la vecina Lisboa recuperaremos el triunfo eurovisivo.


España Junior: María Isabel – Antes muerta que sencilla


España gana Eurovisión Junior 2004

Conversación

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TOP
04/12/2017

Y Sakis Rouvas, vamos no puedo dejar de hacer un comentario de este hombre que me volvió loca con su actuación, jajaja. Para mi el hombre más atractivo que ha pasado por Eurovisión. Y luego repetió otro año y volví a enloquecer claro. Y con esas coreografías, y como va vestido,( lo comparas con Ramón y este último parecía anticuado) en fin, que da gusto. Muy atractivo. Y las canciones, pues bien, si,animadas jaja, estupendas para bailar.

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TOP
04/12/2017

Ramón hizo lo que pudo porque tenía limitaciones vocales pero su juventud , su físico y una canción de corte latino le ayudaron muchísimo. Miro la actuación de ahora y veo que el coro interactuaba más que ahora que parece que tenemos serios problemas con los coros y sus actuaciones, acordaros de Barei y los coros, que si ahora hacen esto que ahora harán lo otro, y al final ni siquiera cantaron demasiado bien, con Ruth tres cuartos de lo mismo y al final ni salieron a escena. Lo que está claro es que lo latino tiene éxito, no quiero decir con esto que se tenga que llevar pero es éxito casi seguro. Por cierto, el video de promoción rodado en Canarias, que paisajes! Llevo demasiado tiempo sin ir a Canarias, tengo que resolver esto pronto.